domingo, 25 de enero de 2015

+173: lo que quiere decir ser estudiante de intercambio.

Esta entrada empieza con melancolía, con la sensación (una vez más) de que el tiempo se me escapa de las manos. Creo que es algo que sólo los estudiantes de intercambio entendemos, y es algo que creo que es importante que deje en este diario online que llevo meses escribiendo. No sólo para leerlo en unos años y darme de cuenta de como me sentía y de como mi experiencia me cambió durante estos meses, sino para aquellos que viviréis esta situación en futuros años. Y también para aquellos que la están viviendo ahora y no saben como expresarla. Así que esta entrada no tendrá demasiados detalles de esta semana, que ha estado marcada por la melancolía, pero si fotos, y también mucho sentimiento.
La razón por la que he estado pensando tanto, es porque Emma, una de mis amigas más cercanas aquí y también estudiante de intercambio de Alemania, se fue este Sábado. Yo no me di de cuenta de lo que significaba hasta el Jueves, que tuve que despedirme de ella. Y entonces también me di cuenta de que en menos de cinco meses yo también estaría en la misma situación, y se me vino el mundo encima. Sé que si no eres/fuiste un estudiante de intercambio, no lo entenderás. Los estudiantes de intercambio nos pasamos la vida dejando atrás gente a la que queremos. Primero, a nuestra familia y amigos en nuestro país de origen. Les decimos "nos vemos en x tiempo, voy a vivir el año de mi vida" y ellos no pueden hacer nada a cerca de eso. Entonces llegamos a nuestro destino, y sin darnos de cuenta empezamos a formar otra vida completamente diferente. Formamos parte de una nueva familia, encontramos otro grupo de amigos e incluso nosotros cambiamos. Pero después de ese tiempo, tenemos que dejar atrás esa vida que hemos construido durante unos meses, y esta vez la dejamos para siempre. Porque claro que podremos volver a visitarles, pero nunca será lo mismo. Aquí, todo lo hacemos por primera y última vez, y creedme, una vez te das cuenta, se te viene el mundo encima. 

El lunes, como os había contado, no tuve clase porque estaban poniendo las notas. Saqué todo A's y A-, así que estaba muy contenta. Aún así, a las 16:45 tuve que estar en el instituto porque teníamos partido en Bronson. Perdimos, no fue una diferencia abismal, pero bueno, perdimos. 

El martes fue un lunes cambiado de nombre. Este semestre sólo cambio una clase, y en lugar de Gobierno, tengo Economía a primera hora, la verdad creo que me va a gustar. El resto de las clases fueron basicamente hablar de lo que haríamos este segundo semestre y sacarnos alguna que otra foto en Seminar y Química. 


Tuve entrenamiento de 3 a 5 y fui andando hasta una tienda que está en el centro del pueblo a -10ºC para encontrármela cerrada. Lo bueno es que fui a la gasolinera de en frente a comprar chocolate para el partido de baloncesto que empezaba a las 6. Resumiendo, estuve en el instituto de 8 de la mañana a 9:15 de la noche para ver los dos partidos de los chicos, tanto JV como Varsity. Lo mejor del partido es que imprimieron caretas de cartón con las caras de los Senior del equipo Varsity, así que fueron las risas. Por cierto, estar en la student seccion es lo mejor que podéis hacer, os lo juro.






Con un chico que llevaba una de las caretas.
El miércoles fue la sorpresa de la semana, y es que tuvimos un snowday no esperado. De hecho, ni nieve había, pero como las carreteras secundarias estaban muy mal, tuvieron que cancelarlas. El caso es que no hice nada en todo el día, excepto ir a entrenar de cinco a seis. 

El jueves tuvimos partido en Homer, y era el último partido con Emma. Para no variar, perdimos. Fue un día muy emotivo, nos pasamos la tarde llorando. No quiero pararme demasiado a recordar el día, me pongo triste sólo de pensarlo. Le regalamos una pelota de baloncesto firmada.
Con Emma.

Foreign squad
Con Emma.
El viernes fue un día triste. Notamos que faltaba Emma, creo que todo el grupo se dio de cuenta de que ya no sería lo mismo. Clases, deberes, y no entrenamiento. Nuestra entrenadora dijo que habíamos dado lo mejor de nosotras en el partido de la noche anterior así que nos merecíamos un descanso. Me pasé el día haciendo Skype, empecé mi scrapbook y tuve tiempo a pensar y escribir, que ya lo echaba de menos.
Cuddling con Gracie en el sofá
El sábado por la mañana hice absolutamente nada. Por la tarde fui a casa de Logan, y luego fuimos al cine a ver Paddington, que fue incluso mejor de lo esperado. Al salir fuimos a un restaurante en el que una amiga de sus padres cantaba en directo. El ambiente era increíble.



El domingo fue un día calmado. Deberes, skype, dormir, y comer. Como ya os dije, ha sido una semana un poco triste, creo que por primera vez me he dado cuenta de lo que quiere decir ser estudiante de intercambio. No dudéis en seguirme en mis redes sociales instagram twitter o ask.
Mucho amor!



Relato XIII: Cantar sin música en los oídos.

Me dijo que era feliz. Que reía, que cantaba, que soñaba. Pero yo no podía creerlo hasta que mis ojos lo viesen por si mismos. 
- A lo mejor es sólo una buena racha.
Tan pronto escuchó mis palabras el fuego se encendió en sus pupilas. No, no es una mala racha. No, no sigo ahogándome en un vaso de agua. Eso fue lo que me dijo. 
- Yo soy el primero que quiere que vuelvas a ser feliz, pero todavía no puedo creerte.
Otra vez esa hoguera en sus pupilas, todo su carácter encerrado en sus ojos. Y volví a ver las lágrimas queriendo escaparse por sus mejillas mientras me gritaba que yo sólo quería verla hundida. Que equivocada estaba, pero aún más lo estaba yo. Cerró la puerta y sonó a punto final.
Ella tenía razón, volvía a ser feliz. La encontré un día por la calle cantando, sin música en los oídos. Debía de ser muy feliz. Vaya si era feliz.
PC: Álvaro Piñeiro

lunes, 19 de enero de 2015

+167: Finals, basketball and party

¡Hola a todos, y bienvenidos a la semana más larga de mis últimos cinco meses! ¿Sabéis eso de que con el sistema educativo americano no se hace nada? Siento quitaros la ilusión, pero (excepto si cogéis clases freshmen o sophomore) si se trabaja. Vaya si se trabaja. Como el título indica, mi semana se basó en los exámenes finales del trimestre y los partidos de baloncesto. Si, esta semana he tenido más partidos que entrenamientos. ¿¡A quién se le ocurre poner tres partidos (y dos fuera de casa) en semana de exámenes!? Bueno, como me diría mamá, tengo que dejar de quejarme, que nos conocemos...
El lunes yo volvía a estar rezando por un snow day. Una vez te acostumbras a los -15ºC todos los días, lo único que haces es suplicar no tener colegio por cualquier razón. Pero no fue así, así que cinco minutos tarde (como casi siempre) yo ya estaba en mi primera clase del día, Gobierno, quedándome dormida y quejándome de lo cansada que estaba. Así es como empieza un lunes normal en mi vida, ya sea aquí o en Galicia. El problema es que los finales empezaban el miércoles, así que si no quería matarme mucho a estudiar tenía que prestar atención. Y así transcurrió el resto del día, escuchando la palabra exámenes y estudiar dos mil veces en cada clase. Pero no les bastaba con eso, no. Tenía que ser la semana que más deberes nos mandan.
A las tres menos cuarto y con todos los libros en caso de que un precioso día libre, nos fuimos todas las del equipo a casa de Victoria porque teníamos cena de equipo para acercarnos más unas a otras. La unión hace la fuerza, dicen.






Me voy a ahorrar largas explicaciones, pero digamos que al final del partido, nuestra entrenadora estaba casi llorando de la rabia. Jugamos de pena, y eso que el resultado tampoco decía eso (perdimos 10-22). Un poco decepcionante, la verdad... Al llegar a casa hice deberes y me fui a dormir.

El martes fue un lunes pero cambiado de nombre y estando tres veces más cansada. Lo peor de tener partido de baloncesto es que tenemos que vestirnos decentes para el instituto, lo que implica no llevar chándal. Bueno, digamos que fue un día de esos que parecen que no se van a terminar nunca, víspera de los primeros exámenes, teniendo todavía más deberes... En fin, que cuándo sonó el timbre a última hora, yo no sabía si reír o llorar, porque el día estaba acabado para las clases, pero teníamos partido. Así que nos fuimos a la clase en la Elementary School de mi entrenadora, y estuvimos allí comiendo y haciendo deberes (yo dormí una siesta) hasta las cinco, que salió el bus destino Athens. Al llegar, lo primero que pensé fue lo bonito que es nuestro gimnasio comparado con el de ellos. Me volveré a ahorrar los detalles, pero volvimos a perder, jugando bastante mejor, pero perdimos. 


Llegué a casa a eso de las nueve y media, y decidí leer los apuntes del examen de Govierno que tenía al día siguiente, pero el cansancio podía conmigo. Así que después de trabajar una hora y media en mi Idea Notebook para periodismo (parte de nuestro examen final) me fui a dormir, casi rezando que el examen no fuese muy difícil. 

El miércoles fue el primer día en meses que llegué con tiempo suficiente a primera hora en meses. Por el tema de los exámenes, el horario cambiaba, así que ese miércoles la primera y la quinta clase duraban 1 hora y media, y el resto 40 minutos. El examen de Govierno no fue difícil, era mitad tipo test, mitad de escribir essays así que me ocupó toda la hora, pero para no haber estudiado... En el resto de las clases simplemente estuvimos repasando, y a quinta hora tenía banda, y como no teníamos examen, nos fuimos a la biblioteca a estudiar. 
Ese día tuve entrenamiento de seis a ocho, así que volví a llegar a casa tarde. Estuve horas adelantando trabajo para periodismo y luego repasé para mis exámenes de precálculo y química que tenía al día siguiente.

El jueves tenía mis dos exámenes más difíciles, y salí viva de ambos, ya que los pintan más complicados de lo que de verdad son. No quiere decir que las clases sean más fáciles, algunas desde luego lo son, pero en la clase de mates que estoy yo (y es sólo un ejemplo) estoy dando cosas que se dan en primero de BAC en España, y esta clase es una clase avanzada para Juniors, así que bueno, eso, dejad de decir que vienes aquí y no haces nada: no haces nada si no quieres. Después de clase volvimos a tener cena de equipo en la clase de mi entrenadora porque volvíamos a tener partido, esta vez en Jonesville. Es el mejor equipo de chicas de nuestra conferencia, con mucha diferencia. Es una escuela del tamaño de la nuestra, pero están tan metidos en el deporte que tienen el típico marcador colgado del techo. El caso es que perdimos, pero ya estamos bastante acostumbradas. 
Con Trevor en (supongo ) química
El viernes fue el día más relajado de todos. Como quien dice, ya había acabado los exámenes, pues ese día tenía que escribir un essay para inglés sobre uno de los libros que hemos leído este semestre (yo sinceramente prefería un examen con preguntas, pero por lo menos para ese no tuve que estudiar) y entregar la primera copia de mi artículo de opinión en periodismo. El resto de las clases no hicimos nada, nos dieron algunas notas (tengo una A en Govierno) y hablamos sobre las clases que tendríamos el siguiente semestre (yo sólo cambio de Govierno a Economía). En precálculo éramos 3 estudiantes de intercambio, pero dos han decidido cambiarse a álgebra porque les parecía muy difícil, así que a partir del siguiente semestre estaré yo sóla.

Haley, Trevor y yo
Con Kim en Govierno
Weee no more exams
Después del entrenamiento, en el que finalmente noté lo cansada que estaba por toda esta semana (casi me quedo dormida esperando para jugar), me pasé el resto del día viajando de la cama al sofá y pasando por la cocina. 
El sábado por la mañana hice más de lo mismo: nada. Ya echaba yo de menos esa actividad. Justo antes de irme, encargué los libros de piano que necesito para el concurso que tengo en dos semanas. Si, me he presentado a un concurso de piano, a ver que sale de ahí..
Y dije irme, ¿irme a dónde? Pues Elisabet celebraba su cumpleaños ese fin de semana, y seríamos ella y yo solas. Esos dos días juntas son la mejor explicación de que a veces no hace falta demasiada gente. A parte de comer hasta sentirnos enfermas, hicimos lo que todo adolescente hace estando con sus amigos. Si me tenéis en snapchat, sabéis a lo que me refiero.
Apreciación de Stacy, la piñata


Sólo quiero decir que colgaron la cabeza de Stacy en el salón


Vimos Piratas del Caribe, Ice Age 3, Greace y como no, Frozen. A las doce de la mañana del domingo, Dave vino a buscarme para tener unas horitas de descanso en casa. Hice skype, ordené mi habitación, y a las seis me subí al coche para ira a casa de Gabby, dónde celebrábamos una fiesta de despedida para Emma, una de las alemanas que se va el sábado que viene. Comimos casi tanto como reímos, vimos alguna película, jugamos al futbolín, encendimos bengalas, remodelamos el sótano de Gabby, perdimos el mando tres veces y nos fuimos a dormir más tarde de las dos y media.









Y hoy es lunes, pero por suerte no tenemos instituto. Por desgracia, por la tarde tengo partido de baloncesto, pero eso os lo contaré en el post de la semana que viene. Siento mucho haber tardado en responder a preguntas, emails y demás esta semana, ya sabéis que cuando puedo, lo hago. Pero como podéis leer y observar, no ha sido para nada light. Deseadme suerte para el partido, que boa falta ha facer!






lunes, 12 de enero de 2015

+159: Un fin de semana de cuatro días.

¡Hola a todos! Ya de antemano decir que esta entrada va a ser más cortita de lo habitual por dos razones: no ha pasado nada demasiado interesante esta semana y soy un desastre, por lo que tengo toneladas de deberes que terminar para mañana. 

El lunes había rezado para no tener instituto, porque después de dos semanas de descanso, durmiendo hasta las doce (mínimo) y estando todo el día en el sofá, ir al instituto me pillaba mal. Muy mal. Además, tenía el sueño cambiado, así que hasta la una de la mañana no conseguí dormirme. Lo único bueno de volver al instituto fue volver a ver a todo el mundo. Cuándo te quedan solo cinco meses por delante aprendes a aprovechar cada momento como si fuese oro.. y supongo que lo son. Después de clase decoré la taquilla de Elisabet con una pancarta rosa fluorescente y un globo de helio que decía Happy Birthday! Su cumpleaños era el martes y me lo había estado recordando al menos un mes, así que quise que fuese tan americano como podía ser. Siento decirlo, pero con las prisas, no saqué ninguna foto.
De cuatro a seis tuve entrenamiento y fue para morirme, pensé que me fallaban las piernas de tanto correr. El resto de la tarde me la pasé vagueando y haciendo deberes a partes iguales.

El martes era día de reyes, y no sabéis lo raro que se hace tener clase. El caso es que yo les había comprado regalos, así que se los dejé delante de las puertas de las habitaciones firmados como "Los reyes magos". Creo que recibir un regalo no esperado siempre sienta bien. Además, fue el cumpleaños de Elisabet, como ya dije, así que le llevé un marco con dos fotos nuestras y un cuadro con una frase de Audrey Hepburn.
Durante lunch y seminar tuvimos reunión del book club para hablar e The perks of being a wallflower. Tengo que decir que no me entusiasmó demasiado porque me parece una copia de The Catcher in the rye, que tuve que leer para Pre-Ap English las últimas semanas, y que por cierto me encantó. Lo mejor de la reunión es que nos compraron pizza y bebidas, así que valió la pena.
A las cinco y cuarto tuve que estar en el gimnasio porque teníamos partido. Creo que fue la primera vez que jugué y estaba en el lugar correcto e hice algo bien, así que por primera vez también, me gustó (un poquito) jugar al baloncesto. Y no os vais a creer lo mejor: G A N A M O S.
Ya, sé que suena imposible, pero jugamos genial, de verdad. El resultado fue 34-14, así que estábamos contentísimas. Tan contenta estaba yo que tiré una botella de agua en la pista justo antes de que el partido de varsity girls empezase. Por cierto, ellas perdieron.
Al llegar a casa me esperaba la sorpresa del día en mi cama: ¡mis host parents me habían comprado regalo de reyes! Una vez más, con la emoción, se me olvidó sacarle foto. Pero me han regalado un cuadro de The Beatles y dos paquetes de Nutella. Tres regalos, uno por cada uno de los magos. De verdad que no puedo querer más a mi segunda familia.

El miércoles fue un día normalito: en las clases metiendo presión porque era la semana antes de finals, yo quejándome de que tengo sueño..en fin, lo normal. A última hora tuve mi primer examen final, en periodismo, y creo que salió bastante decente. Después de clase me tuve que quedar en el laboratorio de química para acabar un experimento que habían hecho antes de vacaciones y que yo no estuve, pero no me llevó más de 20 minutos.
Una vez más tuve entrenamiento de cuatro a seis y llegué a casa cansadísima. Duante todo el día, los profesores nos habían estado tirando indirectas de que probablemente al día siguiente no hubiese clase. A las ocho de la tarde todos los colegios de mi condado estaban cerrados al día siguiente...menos el mío. He de decir que llevábamos todas la semana con temperaturas que no subían de los -15ºC, y esa noche esperaban bajar a -30ºC, sin exagerar. Finalmente, a las 20:30 los teléfonos empezaron a sonar y Twitter se convirtió en una fiesta porque Quincy estaría cerrado al día siguiente por las temperaturas extremas. Y como no, esa noche tocó Skype con los ya imprescindibles para esos días en los que no hay nada que hacer, y para los que hay que hacer, también.
A la mañana siguiente me desperté no antes de las once. ¡Por fin vuelta a la rutina de no hacer nada y dormir mucho! Dave había preparado cinnamon rolls, y tenía otra sorpresa para mi: ¡mi nuevo móvil había llegado! Como ya os había contado, tenía problemas con el bq así que mis padres me dejaron comprarme un móvil nuevo (pero prometo ante todos vosotros que este verano trabajaré para pagármelo!).


A las doce fuimos Katie, Haley, Claire, Olivia y yo a Biggby a tomar un café juntas, porque desde que cross country acabó casi no nos vemos. A la una y cuarto, Dave vino a buscarme para ir a comprar una funda y la nueva SIM para el iPhone, y de paso hicimos la compra. En el supermercado me encontré a mi profesora de periodismo, que me recordó que mi Idea Notebook era para entregar la semana que viene. Upsss...
Lo único malo de que las temperaturas fuesen tan bajas (salí a fuera con el pelo húmedo y se convirtió en hielo L I T E R A L M E N T E) es que cancelaron el partido de baloncesto de los chicos.
Al llegar a casa empecé el trabajo de periodismo y estuve dándole uso al móvil. A eso de las nueve ya se volvían a escuchar rumores de que los institutos volverían a cerrar al día siguiente por la nevada, pero sólo por si las moscas, me fui a cama antes de las doce de la noche.

Por suerte, a las cinco de la mañana mi host mom me despertó para decirme que habían cancelado las clases. ¡Que alegría! Lo único que esperaba es que no cancelasen nuestro partido de por la tarde...
A eso de las once llegó el repartidor, y de nuevo venía una sorpresa para mi. ¡El paquete de navidad de Rocío y Cristian! De verdad, tengo los mejores amigos del mundo, y esto sería todavía más perfecto con ellos a mi lado...

Ahora es el momento perfecto para contaros lo malo de estar en JV. Esa tarde no cancelaron las actividades como habían hecho el jueves, pero en lugar de dejar nuestro partido, pusieron el de Varsity boys y Varsity girls que habían cancelado y pospusieron el nuestro para el día dos de Febrero. El caso es que fui al partido porque teníamos Pep Band y esta vez el tema fue Beach Day, un poco inapropiado para un día en el que cancelaron las clases por la nieve, ¿no creéis?
Olivia, Meri y yo

Elisabet y yo
De nuevo tengo que daros una noticia que no os vais a creer, y es que las chicas ganaron. Con deciros que el año pasado no ganaron un solo partido, podéis haceros una idea de lo increíble que fue. Increíble en el sentido estricto de la palabra, que nadie lo podía creer. El partido de los chicos fue alucinante, estuvo muy empatado todo el tiempo y finalmente ganaron. Cada día me gusta más (ver) este deporte.
El sábado por la mañana Trevor vino a casa para que le ayudase con una audición que tenía el domingo por la mañana. Basicamente hice de pianista acompañante, pero al tener que leerlo a primera vista (y no siendo tan buena al piano) fue un desastre y acabamos hablando durante una hora. A las dos del mediodía Emily nos vino a recoger porque íbamos a un restaurante a Indiana a celebrar su cumpleaños. La comida estaba riquísima, y fue genial pasar más tiempo con las chicas, porque desde que se acabó Marching Band ya no es lo mismo..






El domingo por la mañana fuimos a misa, y a la una y media Logan vino a recogerme para ir al cine a ver Annie, la película inspirada en el musical. La verdad es que me decepcionó un poco lo mucho que cambiaron todo, y desde luego, Cameron Diaz no encaja en su papel para nada. Lo bueno fueron las palomitas, que están riquísimas.
Al llegar a casa jugué un poco con la nieve, y casi me quedo conjelada.


Después de hacer skype con mis padres, me pasé la tarde haciendo deberes y ordenando mi habitación. De hecho, estoy escribiendo este post a las doce de la noche. Cuándo decides abrir un blog tendrían que decirte que vas a tener que elegir entre dormir o publicar. Ya sabéis que opción elijo yo. ¡Nos vemos la próxima semana!