domingo, 25 de mayo de 2014

Mira al horizonte y piensa en todo lo bueno que está por llegar.

On your marks.
Get set.
GO!
Empieza la carrera, contrareloj, les ruegas a tus piernas que no fallen, que sigan, que falta poco, que tantas horas de entrenamiento tienen que servir para algo.
En tu mente solo está presente una cosa: tu meta. No la línea final, si no tú propia meta, el lugar a dónde quieres llegar, por el que has luchado, por el que estás luchando, y por el que no pararás hasta alcanzarlo.
Ya ha pasado lo peor, queda la recta final, y no vas a dejar que nada te arrebate tus sueños, tu meta, así que coges aire, te llenas los pulmones, y metes el sprint final. Y ya lo tienes, lo has conseguido.
Ves a tus padres corriendo hacia ti, a tus amigos gritándote, a los abuelos observando orgullosos...pero la mayor victoria está en ti, en saber que no te has fallado, que has llegado a dónde querías llegar, y que nadie puede robarte tu victoria personal., así que cierras los ojos, y dejas que el Sol te seque el sudor de la frente, que las lágrimas recorran tus mejillas, que el corazón se te calme, y que la euforia dé paso a la razón, a la consciencia.
Lo has conseguido, ha sido duro, pero ya lo tienes y sabes que lo más complicado llega ahora: demostrar por qué tu y no otra persona, dejar claro que tu trabajo, ha valido la pena, y sobre todo, no dejar de disfrutar de la oportunidad que te han brindado, y que has atrapado.
Ahora, sólo queda mirar al horizonte y pensar en todo lo bueno que está por llegar.


Todavía 72 días. 
Sólamente 72 días.

jueves, 8 de mayo de 2014

-89: La cuenta atrás sólo tiene dos cifras y yo ya tengo destino: Coldwater, Michigan.

Ochenta y nueve días para subirme a ese avión que me llevará rumbo a una vida nueva. Dos cifras, y ahora lo pienso y recuerdo que cuándo quedaban casi 200 días me parecía una eternidad, pero el tiempo vuela, y no es broma.
La verdad es que tengo muchas cosas que contar, pero voy empezar por deciros que he conocido a unas cuantas becadas en una quedada que hicimos en Santiago, y la verdad es que fue un día espléndido, hablando de todas las dudas, del futuro que nos espera... la verdad es que la palabra genial se queda corta. Me muero de ganas de conocer al resto de los becados, y falta poco porque ¡en 20 días nos vamos a la embajada de USA en Madrid! Vamos a por nuestro precioso visado y a disfrutar de un día juntos. 
Ese visado me permitirá pasar 10 meses en Coldwater.
¡Si! ¡Me ha elegido una de las familias del progama Becas High School en Estados Unidos! No os podéis imaginar la ilusión que me hizo, y más, contando que fue un lunes. Un lunes 5 de Mayo, cuándo quedaban 3 meses justos para irnos. La verdad, es que mi destino tuvo "ensayo", llamémoslo así.
Ana María, que entre los becados es como nuestra "mujer de las buenas noticias y de todo porque la pobre mujer lo hace todo", nos había mandado un e-mail a todos informándonos de que teníamos que llevar unas fotos a la embajada para el visado. Recuerdo mi reacción al ver un mail de ella, y es que también es la que se encarga de darnos la noticia de que nos han elegido. Eso ocurrió sobre las seis de la tarde. 
Entré a piano a las siete, y después de una clase bastante desmotivante y a punto de entrar en dos horas de Lenguaje Musical, sentí que me vibraba el móvil y vi que me llegaban dos e-mails, uno del correo de la beca, y otro de Ana María.
Cuándo leí que había sido seleccionada no me lo podía creer, y la verdad, después del duro día que llevaba, casi se me había olvidado.
Me voy a Coldwater, Michigan. Tiene sobre 11 000 habitantes y está a dos horas de Chicago. Es curioso que mi pueblo, en el que vivo a día de hoy, se llame Friol y que el año que viene me vaya a vivir a uno que se llame Coldwater. La verdad es que tiene su gracia.
Mi encantadora host family es la familia Carman, compuesta por David, Deborah y Olivia, su hija, la cual tiene mi edad. Vivo en una casa preciosa, de un barrio tranquilo en un pueblo encantador; y , si pensais que no podría ser mejor, si, lo es, pues David es el director de la banda del High School, y Deborah, la directora del coro. Olivia tiene aficciones muy parecidas a mi, entre ellas el atletismo y el teatro.
Ya veis, no podría haber tenido más suerte...les he enviado un e-mail y todavía no me lo han respondido, por lo que toca esperar.
Todavía 89 días.

La casa blanca es dónde voy a vivir.