Ceteris paribus es una expresión latina que quiere decir "manteniendo lo demás constante." Es una expresión que aprendí en una clase de economía, pero que aplico casi a diario: hacer los espaguetis con calabacín, ceteris paribus; cambiar de bar los viernes, ceteris paribus; volver a casa el jueves y no el viernes, ceteris paribus. Me gusta porque implica que todo se mantiene menos lo que tú deseas realmente cambiar.
Como ya viene siendo tradición desde hace 3 años, vengo a hacer balance del año, a echar la vista atrás y recordar. Ha sido un 2017 único, como lo es en sí cada año, pero ha sido muy diferente a los anteriores. En 2017 he aprendido a decir que no a personas que no aportaban nada, y a abrir los brazos a aquellas que sólo traían buenas intenciones. He aprendido y escuchado más que nunca, para poder crecer por dentro como me había propuesto hace 364 días. Y he llegado a entender que los cambios en una misma no son cosa del "he", sino del hemos.
Hemos, todos los que me habéis acompañado en algún momento de un año lleno de cambios, aunque solo fuera un día. La satisfacción verme en diciembre feliz después de un año lleno de altibajos es cosa de ese hemos, de todas y cada una de las personas que han evitado que me quedase en la conformidad, en la ignorancia y en la pasividad.
Hemos hecho viajes que nos habíamos prometido hacer.
Hemos bailado en fiestas hasta que nos dolían los pies.
Hemos acabado el primer año de universidad, y lo hemos celebrado con unas cervezas frías.
Hemos leído libros y visto películas hasta las tantas de la madrugada.
Hemos jugado a juegos de mesa mientras se nos enfriaba el café.
Hemos llorado de impotencia al descubrir que cambiar el mundo no es fácil.
Hemos reído a carcajada limpia contándonos anécdotas los viernes por la noche.
Hemos corrido para no perder el último metro.
Hemos recorrido media España para volver a casa un fin de semana.
Hemos cocinado juntas mientras cantábamos esas canciones tan maravillosas.
Hemos corrido más kilómetros que en los dos años anteriores juntos.
Hemos crecido.
Siempre doy las gracias a aquellas personas que han formado parte de mi vida cada año, y esta vez, es todavía más especial, porque soy consciente del impacto que han tenido en mi, y que un pedacito de ellas está conmigo aquí, a donde me han ayudado a llegar. Y por vosotras brindo por un 2018, con tantos viajes, risas, miedos, libros, comidas y bailes. Brindo por un 2018 con vosotras, que tanto me habéis ayudado, que tanto me habéis hecho crecer, y que tan bien nos hemos cuidado.
Suena a despedida, porque lo es. Esta es la despedida del 2017, y también de Con los libros a otra parte. Tal vez no sea una despedida stricto sensu, más bien podemos llamarle "cambio de local." Muchas gracias a las casi 60.000 visitas que ha recibido este blog desde meses antes de que empezase mi experiencia americana, y que siguieron estos dos años, durante los cuales no he estado a la altura. Me despido para empezar un nuevo proyecto en unos meses, un proyecto que surge de una nueva experiencia, esta vez en Canadá. Cuatro años después vuelvo a dejar España para estudiar al otro lado del océano, y pienso llevarme a aquellos que queráis seguirme conmigo, porque esto no es un he, sino un hemos.
Gracias por 3 años llenos de ilusión. Gracias por tantos días apoyándome. Gracias, y feliz 2018, ceteris paribus.
Gracias a ti compartir con nos as túas experiencias e os teus preciosos relatos. Noraboa e moita sorte nesta nova andaina. E xa sabes que estamos moi orgullosos de ti.
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ResponderEliminarParabéns e sorte nese proxecto! Biquiños!
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