Christmas Break!
Y menos mal, porque si mañana tuviese que levantarme para ir a clase estaría a puntito de entrar en depresión.
El lunes ya empezaba a encontrarme enferma, y me levanté diez minutos antes de tener que dejar la casa, así que me dejé las partituras para el concierto con la banda que dábamos para el instituto. Mi host mum volvió a casa a buscarlas. Os juro que me sentía como muerta, la verdad no sé como no me equivoqué más tocando, porque me encontraba fatal...
Por la tarde tuve entrenamiento, y nos metieron presión pues al día siguiente jugábamos contra Centreville.
El martes mi cuerpo ya pedía a gritos descanso, fue horrible. Tuve que darme una ducha antes de ir a clase, y a primera hora tuve un examen de Government que me salió bastante mal, y que va hacer que mi nota ya no se ese noventa y tanto por ciento que tenía, pero bueno, todavía me quedan los finales. La mejor noticia del día fue que en casa me estaba esperando el paquete con dulces de España que mamá y papá me habían mandado. Destrocé (casi literalmente) la caja. ¡CHOCOLATE! ¡TURRÓN! ¡GALLETAS PRÍNCIPE! ¡GOMINOLAS! Mamá sabe como hacerme feliz... También me envió gomas del pelo, porque las de aquí son incómodas para llevar en la muñeca, y yo sin una goma en la muñeca no puedo vivir...
A las cinco y media estaba en el gimnasio para jugar. Creo que ya lo he dicho, pero me siento obligada a repetirlo: soy patética jugando al baloncesto, y me frustra mucho. Me viene bien, porque me recuerda que no puedo hacer todo bien, pero lo llevo fatal. ¿Cómo puede dárseme tan mal? Me parece casi imposible... En fin, perdimos, nos patearon el culo otra vez (siento la expresión, pero es lo que mejor define lo que pasó). Lo mejor de baloncesto es los tres trozos de pizza que me como después de los partidos mientras animamos a Varsity, y que Elisabet siempre viene a verme para reírse de mi.
El miércoles a primera hora fui a clase de español a hablarles de las tradiciones navideñas en España y a compartir turrón con ellos. Necesitaba horas de community service, y hablar se me da terriblemente bien, así que fue fácil y entretenido. No hace falta decir que el turrón les encantó..
A segunda hora me encontré en mi taquilla el regalo de mi Secret Santa. Durante estas semanas ha sido lo mejor, os lo juro. No quiero verme yo el día de Navidad aquí abriendo todos los regalos..
Por la tarde tuve entrenamiento y en casa me quedé hasta tarde haciendo deberes y preparando una presentación para US History, una clase a la que iba ir tres horas el viernes a hablar de la historia de España también para el community service. La verdad es que estaba desesperada con lo de las horas...
El jueves tuvimos partido otra vez, esta vez contra Reading, nuestro "archienemigo" y si Centreville nos pateó el culo, Reading nos dejó lamiéndonos las heridas... Mi equipo es malo de narices, y el Varsity de chicas también. Pero el partido de JV Boys fue genial, muy empatado pero Quincy ganó, así que fue un sabor bastante dulce.
Al llegar a casa me puse a cocinar una bica, y diréis ¿para qué? Porque en periodismo ese viernes hacíamos una fiesta de Navidad en la que íbamos a decir quien era el Secret Santa de cada uno, y teníamos que llevar comida. La verdad es que me salió bastante decente, teniendo en cuenta de que tenía todas las medidas en gramos y estos americanos...ya sabéis que van al contrario del mundo..
El viernes fue un día redondo de la noche a la mañana. Para empezar, a las cinco de la mañana Deb nos despertó a Olivia y a mi para decirnos que podríamos dormir dos horas más. Las clases empezaban a las 10 porque las carreteras estaban muy resbaladizas por el hielo. Yo casi no me lo podía creer, quería llorar de la alegría. Cuándo me levanté a las nueve, siendo más persona que zombye por primera vez durante esta semana, Dave había preparado cinnamon rolls, y como Olivia no quiso uno de los suyos, yo me comí tres. Con el retraso en el horario, las clases eran de 40 minutos, y tres de las horas fui a dar la charla sobre España, con lo que me dejaba solo tres clases, y la última era la fiesta de periodismo. Además, durante el lunch, comimos todos los de mi seminar gratis porque ganamos el concurso de decoración de puertas del instituto. Si, a estos americanos se les va un poco la pinza, pero oye, pizza gratis siempre suena bien.
Nuestra puerta. |
Normas del concurso. |
Al salir de clase, Emily vino a mi taquilla y me trajo dulces de navidad hechos por ella. Están riquísimos, de verdad, de hecho uno de los tarros ya me lo he terminado..
Esa noche teníamos Pep Band, ya que jugaban los dos equipos Varsity (chicos y chicas) contra Reading. Las chicas perdieron casi tan mal como nosotras, pero los chicos palizaron a Reading. ¡Tenemos un equipazo! Me encantó el partido, fue la primera vez en mi vida que me gustó el baloncesto, y es que son realmente buenos, de verdad.
El sábado por la mañana madrugamos para ir a llenar cajas con comida para gente que no tiene medios y necesita esa comida durante navidad. Estuvimos dos horas y llenamos, junto con otros voluntarios, 800 cajas. Incluso teniendo que madrugar un sábado, sienta bien saber que estás ayudando a alguien.
A la una del mediodía nos subimos al coche rumbo Lansing. Olivia tenía una cita en una tienda para comprar unos zapatos de ballet y yo dormí las dos horas de camino y la hora que ella estuvo en la tienda. Después de eso, fuimos a cenar a un restaurante italiano en el que comí hasta sentirme enferma, porque la comida estaba de muerte, y antes de ir a ver el musical Annie, paramos a hacer unas cuantas compras de navidad.
Tengo entendido que han hecho la película, y tengo muchísimas ganas de verla, pues en el musical casi lloro. Además, las niñas tenían un talento increíble, yo casi no podía ni creérmelo.
Llegamos a casa a eso de las doce, y me fui directamente a dormir.
El domingo fuimos a misa de diez y media a doce. Fue un servicio especial, y Olivia y yo encendimos la cuarta vela de adviento. Este martes vamos al servicio de navidad y yo voy a leer un pasaje de la Biblia y a cantar Noche de Paz en español. A estos americanos les encanta todo lo diferente, para que mentir.
El resto del día se resumió en ordenar la habitación, falta lle facía, cotillear con Olivia, estar tirada en cama, responder a las preguntas del ask, publicar un vídeo y estar tirada en cama y el sofá a partes iguales.
Siento mucho no haber tenido ningún relato esta semana, pero si hubiese tenido tiempo a escribir, posiblemente hablaría de una chica viviendo en América cansada hasta el punto de que se queda dormida en las esquinas, nada demasiado interesante como para publicar.
¡Pero ya es Christmas Break! Y aunque sigo teniendo entrenamientos durante las vacaciones, puedo vaguear y dedicarle tiempo al blog, a parte de disfrutar mis primeras navidades americanas.
Os dejo por aquí el segundo vídeo respondiendo a preguntas, y no dudéis en dejarme más tanto en ask, twitter, o el mismo blog, así como usando el correo o facebook.
¡Muchos besos!
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