+195: Macbeth, San Valentín y pintura.

Que alguien pare el tiempo de una maldita vez. No me puedo creer que haya escrito el número ciento noventa y cuatro en el título del post. En el papeleo de la beca no decía nada de que la vida aquí iba a volar, y deberían haberlo escrito... No quiero que esto se acabe, de verdad que no.

El lunes fue un día de lo más normal: clases, entrenamientos, y ver Castle a llegar a casa. Elisabet estaba enferma (aquí no se libra nadie) así que el día se me hizo un poco más largo.

Yeah Trev, you made the blog

Chemistry

Martes fue un día dos veces largo, pues tenía partido de baloncesto. Como ya os conté, tenemos que vestirnos bien, ya sea vestido, falda o pantalones de vestir. La verdad es que a mi siempre me da muchísima pereza "ponerme guapa" pero el martes cambié la tradición y hasta me hice un pequeño recogido. El partido, como no, lo perdimos, pero volveremos a jugar contra Union City la semana que viene, y tenemos posibilidades. 

Os juro que a la mañana estaba mucho mejor

Gracie ocupando 3/4 del sofá

Miércoles fue un día más. Clases, entrenamiento e irse a dormir tarde por motivos que ni yo misma entiendo. ¡Pero no pasa nada! Porque el jueves fuimos con el departamento de inglés a Chicago, a ver Macbeth. La obra se representaba en el teatro Shakespeare. Es un teatro pequeñito, en el que todas las partes del escenario estan rodeadas por el público menos una. Los actores hacían sus entradas por cualquier esquina, por lo que a los que estábamos en primera fila (si, tuve esa suerte) nos pidieron que tuviésemos ojo de nuestros pies. Como ya había contado anteriormente, no disfruté demasiado leer Macbeth en clase, se me hizo pesado. Pero una vez lo vi en el escenario, me encantó, y la historia empezó a tener sentido. Salimos a las 8:15 y llegamos a las 20:15. Yo ese día tenía un partido, pero me lo perdí. Aún así fui media hora a animar a las chicas varsity.

El viernes tuvimos Pep Band. Era partido de los chicos JV y Varsity. JV perdió, pero Varstity ganó por casi 40 puntos! Están de número 10 en el estado! Fue una Pep Band un poco escasa, pues todos los chicos de drama tenian la Opening Night ese viernes.

El sábado fue San Valentín. Por la mañana, mis padres nos dieron regalos y las tarjetas. Me regalaron un oso de peluche, chocolate y una camiseta. La verdad es que no puedo quererles más. A las doce Logan vino a casa a buscarme. Nos sacamos unas fotos en casa porque nos habíamos vestido de gala, y con las rosas todo quedaba de película (como todo en América, al parecer). Fuimos a comer, a la bolera (le gané 5 veces, por cierto), a ver una película... Y cuándo nos dimos de cuenta, quedaba una hora para el musical, así que teníamos que ira cenar. Fuimos a tres restaurantes diferentes y en todos había mínimo 30 minutos de espera. Así que finalmente fuimos a Pizza Hut, un restaurante de comida rápida. No demasiado romántico, pero pedimos la pizza con bacon y queso en la corteza, y estaba buenísima. A las 19:30 estábamos en Tibbits para ver Beauty and the Beast, el musical del instituto, en el que estaban algunos de mis amigos. A pesar de los problemas técnicos que tuvieron, sobre todo con los micrófonos, estuvo genial.

Observando la dirección de las bolas no hace falta decir por qué gané.

El domingo me levanté a las once para ayudarle a mi padre a hacer los mini-perritos calientes para el club de Drama (porque Olivia está en el musical). A eso de la una fuimos a dejar la comida, y a las tres fuimos a ver el musical de nuevo. El teatro estaba casi lleno, y los problemas técnicos no fueron tan graves, así que estuvo incluso mejor que la noche anterior. Además, esta vez tuve oportunidad de bajar al piso de abajo a sacarme fotos con Trevor, Emily, Olivia, Kim... hicieron un trabajo tremendo!

 El lunes no tuvimos instituto porque fue President's Day. A las once estábamos en Biggby Katie, Claire, Olivia y yo. Como siempre, después de nuestra cita del café, fuimos a Walmart a comprar otra letra para nuestro nombre, y vinimos a casa a pintarla. Nos preguntábamos por qué se nos acababa la pintura tan rápido, pero cuándo veáis las fotos, no necesitareis demasiadas explicaciones. Sólo deciros que fuimos a comer a Taco Bell sin lavarnos la cara.

Al llegar a casa ordené la habitación, hice skype con Roci, que falta facía, y Olivia y yo nos pusimos a hablar hasta que nos dimos de cuenta de que al día siguiente teníamos clase. En definitiva, que no dormí demasiado, y empecé el martes cansada. Por suerte, o casi mejor dicho por desgracia, es un día más.

¡Aburiño!

Todavía no es demasiado tarde.

Desde muy pequeños nos han enseñado que cada persona es un mundo. Paula es más alta que María, pero Carla es más fuerte que ellas dos juntas y no mide ni medio metro. Carlos es más rápido que Juan, pero Juan puede correr durante horas cuándo Carlos tiene que parar a los diez minutos. Todos nacemos con ciertas características y cualidades que nos definen y que nos distinguen de los demás. Entonces, ¿es verdad que todos somos especiales? Porque últimamente he estado escuchando que decir que todos somos especiales es otra forma de decir que nadie lo es. Triste pero cierto. 

Siendo especiales o no, todos somos diferentes, nos guste o no; y por mucho que lo intentemos, nunca vamos a estar completamente a gusto con nosotros mismos, porque nos pasamos la vida comparándonos con otras personas. Es que Ana tiene más tetas que yo o es que Pedro saca unas notazas. Tal vez podrías ir a preguntarle a Ana que piensa de que tu puedas tumbarte en el estómago para dormir la siesta, o a Pedro a cerca de cuantas horas se pasa estudiando mientras tú quedas a tomar una Coca-Cola los sábados.

Nos encanta criticar, es absurdo lo bien que se nos da. Me pregunto cuántas generaciones de adolescentes se han estado criticando unos a otros antes de la nuestra, pero me apuesto los pulgares a que son muchas, porque el arte que tenemos, tiene que venir de atrás. Y lo peor de eso, es que somos malos. Sé que suena a niño de tres años, pero no he encontrado una palabra apropiada que pudiese usar. Siento no querer ser maleducada al escribir.

Lo criticamos todo: quien se tiñe el pelo de que color, quien ha engordado cuanto desde hace tantos meses, quien sale con quien y quien cogió la borrachera del siglo en carnavales. Pararos un momento a pensar si de verdad os importa la vida de esa gente que, posiblemente, ni siquiera conocéis. No estoy diciendo que yo no lo haga también. Podéis llamarme hipócrita, así tenéis algo más que criticar.

Y para terminar, sólo quiero decir que nunca dejaremos de criticar y cotillear, así que vamos a ignorarlo y hacer lo que queramos. Tíñete el pelo de violeta si te gusta; engorda los kilos que quieras y necesites, una 32 en talla de pantalón no te hace más feliz; sal con ese chico con el que no pegas ni con cola, porque en Mercadona venden superglue; y si en carnavales te emborrachaste, no hay mucho que puedas hacer al respecto, tal vez fuese tu disfraz.

No vamos a parar de criticar, pero si podemos empezar a dejar de darle importancia y ser felices. Porque todavía no es muy tarde, porque tenemos la vida por delante.

By: Fadi Houmani

+187: ¿No tienen vacuna para los resfriados?

Como ya adelantaba en el post del miércoles, parecía que estaba enfermando, y durante el resto de la semana fue a peor. Esa noche casi no pude dormir, así que el Jueves al levantarme, con fiebre y sintiéndome realmente mal, decidimos que no iría a clase. Me pasé el día en la habitación, leyendo, sonándome los mocos e intentando dormir. Podéis creerme que estaba enferma si os digo que no comí nada hasta la cena. Tenía un partido de baloncesto, pero no pude ir (razones obvias) las chicas casi empatan, 22-24. No creo que fuese coincidencia, la verdad.

El viernes me sentía un poco mejor, así que fui al colegio. No fue una muy sabia decisión, porque entre el dolor de cabeza, los mocos, y la falta de sueño parecía un zomby. Lo bueno es que era el día de repartir el periódico, y quedó realmente bien, con escasos fallos (teniendo en cuenta todos los snowdays que tuviéramos en press week. En periodismo tuvimos la charla que tenemos cada mes después de repartir el periódico, y tuve muy buenas críticas a cerca de mi artículo de opinión, así que puedo decir, que sin duda, fue lo mejor del día. A pesar de que no entrené, fui al entrenamiento (es lo que exige el "contrato" que nos hacen firmar al principio de la temporada) y al llegar a casa simplemente estuve leyendo hasta que me quedé dormida. 

El sábado pude dormir hasta las diez, y no me llegó a nada. La razón por la que no pude disfrutar de mi querida cama más es que a las once y media salíamos camino Schoolcraft, dónde se celebraba el Solo and Ensemble competition de mi distrito. S&E es una competición musical, y yo me presenté por piano. Tocas para un juez que puede darte una puntuación del 1 al 10, siendo el 1 la más alta. Si consigues un 1, vas a competir a nivel estatal. Mi hora para tocar era la una y veinticuatro del mediodía, y la verdad es que estaba nerviosa (teniendo en cuenta que no he tenido un profesor de piano desde que dejé España). Todo es práctica, parece ser, pues tuve un 1, y el 21 de Marzo voy a tocar a nivel estatal, teniendo que preparar una invención de Bach, otra pieza, escalas y lectura a primera vista. Como reconocimiento, te dan una medalla con una cinta azul, que significa que competirás a nivel estatal.

Llegué a casa a eso de las cuatro, y a las siete Logan (mejor dicho, sus padres, porque todavía no puede conducir) me vinieron a buscar para ir al cine a ver Project Almanac, que no estuvo mal del todo, pero a mi me pareció una mala imitación de Inception,aunque no tienen mucho que ver. El caso es que no fue de diez pero tampoco estuvo mal verla. 

Las fotos en blanco y negro engañan

Al llegar a casa decidí que empezaría a ver Pretty Little Liars como aficción para cuándo esté enferma, y vi los tres primeros capítulos. A ver cuánto me dura la aficción.

El domingo dormí todo lo que quise, o mejor dicho, lo que pude, que no fue mucho. Ordené mi habitación, hice deberes, skype, leí parte de un libro que tengo que tener acabado para mañana para el Book Club (y que seguramente no dé terminado) y cociné pancakes caseras para mis padres, porque Olivia tenía el festival al aire libre de Tip-Up. 

Estoy hecha toda una cocinitas, como diría Rocío, y lo mejor es que todavía no quemé nada.

Sé que es un post cortito, pero cuatro días no dan para más. Antes de irme, quiero dejaros unas fotos que saqué el sábado cuando regresábamos de Schoolcraft, que me dejaron enamorada, y es que eso es lo que pasa cuándo vives en Míchigan.

+183: Aquí nieva como en Galicia llueve.

Siento mucho la tardanza de este post. Estoy enferma, cansada y muerta de sueño. Necesito con urgencia tumbarme en cama y dormir una noche completa, a ver si así el catarro se lleva mejor. Sin embargo, no me gusta fallar, y menos a mi misma, y la principio de este año me prometí actualizar cada semana, así que aquí estoy. No prometo que vaya a ser buena, pero para mi yo del futuro, cuándo vuelva a leer esto, recuerda que también estuviste enferma en Estados Unidos. 

Fue una semana normal, como siempre: clase de ocho a tres, entrenamiento y si nos libramos de entrenar, es porque tenemos partido.

El martes jugamos en Concord. Tuvimos cena de equipo y el bus salió de Quincy a eso de las cinco., ¡Y adivinad! Si, perdimos. Se va llevando, quiero decir, teniendo en cuenta de que desde principio de la temporada sólo ganamos uno, pues acabas acostumbrándote. El caso es que en Concord está uno de los estudiantes de intercambio de mi local coordinator así que nos sacamos una foto y se la enviamos.

El miércoles tuve entrenamiento en Coldwater, por lo que llegué a casa a eso de las cinco y media, y mis padres me dieron una carta recién llegada de Washington. Tim Walberg, el representante de nuestro districto me había respondido a la carta que le enviara hacía meses! Es Republicano, por lo tanto, conservativo, y yo le di mi visión a cerca del aborto. Fue una carta correcta y muy cortita, dejando claro que nada de lo que dije le importaba. Lo que el diga a mi tampoco, así que creo que estamos en paz. Aún así me alegré de que me la respondiese.

El Jueves fue un inesperado y poco productivo snow day. Creo que no es mal momento para explicar el concepto snow day, porque ese día ni nieve había. Lo que pasa es que había varios centímetros de hielo en la carretera, por lo que era muy peligroso conducir. Sin embargo, las actividades de la tarde no fueron canceladas, así que tuvimos el partido contra Reading, nuestro archienemigo. Antes del partido fui al instituto a trabajar dos horas para periodismo, porque sólo podemos usar los ordenadores que tienen el programa, y a la semana siguiente íbamos a imprimir, así que necesitaban gente. El caso es que perdimos, pero no fue una diferencia terrible, como la primera vez. De Reading es mi local coordinator, así que tuve la oportunidad de verla desde Chicago y contarle como van las cosas. Selfie aquí, selfie allá, y para casa.

El Viernes creo que todos rezábamos por otro snow day y así un fin de semana de cuatro días, pero si es que hay alguien, no debió de escucharnos. Los profesores no estaban tampoco con muchas ganas de trabajar, así que fue un día bastante tranquilo, con entrenamiento justo después de clase y el resto de la tarde para hacer skype y leer.

El sábado fue el Tip-Up pageant, que es como el desfile de Miss Quincy, por decirlo de alguna manera, pero para conseguir dinero para estudios. Olivia participaba, así que por la mañana fue a la peluquería y por la tarde le ayudé a maquillarse. A las cinco tenía que estar en Tibbits Opera House, donde sería el desfile. Me lo tomé muy enserio, e incluso hice una pancarta. También vinieron Peter, Janice y Amy, así que tuvimos la casa llena de gente por algunas horas. Olivia hizo todo genial, la respuesta a la pregunta, que por cierto, fue "¿Qué significa para ti un arcoiris?", el baile, el talent show... Había varios premios que se podían ganar, y se llevó dos. Y no sólo eso, sino que fue coronada Reina de Tip-Up 2015! Fue genial, había un montón de gente del instituto que fuera a animarla, y luego fuimos todos a Applebees a cenar. Fue una noche genial.

El domingo Michigan estuvo en alerta roja por una tormenta de nieve desde la madrugada. Empezó a nevar a eso de las once del sábado y no paró durante todo el domingo, sin exagerar. Amy no pudo salir, así que se quedó un día más con nosotros, por lo que vió la Super Bowl en casa. Yo no acabo de entender el football demasiado bien, e iba a ir a una fiesta antes de que la tormenta cancelase mis planes, pero casi me alegré de verla en casa, porque si no es por los anuncios, la actuación de Katy Perry durante halftime y los últimos 15 minutos de partido, me hubiese quedado dormida. Además Seattle perdió. El caso es que incluso antes de que la Super Bowl empezase, a eso de las 3 del mediodía, ya llamaron del instituto para cancelar las clases para Lunes.

Porque no-paró-de-nevar. Bueno, parar si paró, pero durante el mediodía del Lunes. Casi medio metro de nieve. No es que yo no haya visto nevar antes pero...¡¿MEDIO METRO!? Además era todo nieve en polvo, por lo que no pudimos hacer un muñeco de nieve, pero nos dio para sacar algunas fotos.

El martes, por mucho que decían, tuvimos clase. Fue ahí cuándo empecé a sentirme mal, además de pasarme el día entero pensando que era miércoles. Los cuatro equipos de baloncesto, tanto Varsity como JV, tanto chicos como chicas, tuvimos partido, con los buses saliendo a la misma hora. No era en el mismo sitio, y sólo los chicos varsity ganaron (son invencibles: 11 ganados 0 perdidos). Cena de equipo y algún que otro selfie esperando al bus.

El miércoles desde primera hora me sentí fatal. No sé lo que tengo, espero que sólo sea cosa del tiempo y se me pase, pero sinceramente, no me quedé en casa todo el día porque teníamos la reunión para hacer Track durante la primavera, y porque el Martes fuera el periódico a imprimir, así que tocaba sesión de hablar en periodismo. 

Después de clase no fui a entrenar porque mi cabeza no daba para más, y si es contagioso, no quiero pasárselo a todo el equipo. 

Siento no haber actualizado antes, siento que esta entrada sea un desastre y siento ser una quejicas, pero eche o que hai. Ya sabéis dónde encontrarme, hacerme preguntas o lo que sea.

PD: ¡Sigue nevando!