+89: lo mejor de lo peor y lo peor de lo mejor.

Coincidió que hoy, después de mucho tiempo el grupo de WhatsApp de becados y no becados se volvió a activar. Después de semanas ( o meses ) volvimos a compartir experiencias, ahora ya no compartimos miedos, compartimos realidades, y todos, quien más o quien menos, teníamos algo de lo que quejarnos. Que si, que esto no es un camino de rosas cuándo llegas aquí, ya sea porque no acabas de adaptarte a la familia, a las costumbres, a la comida (desde luego, ese no fue mi problema) o porque la morriña no se acaba de ir. ¡Pues claro que no es fácil! Y yo, si tengo que hablar de problemas, mi mayor problema fue el idioma, y no me avergüenza para nada decirlo. De verdad quiero que este blog sea útil para futuros estudiantes de intercambio, así que voy a empezar por lo malo: no todo es bueno. 

Si, es un buen juego de palabras, pero sabed que es verdad. Estar en contacto con otros estudiantes de intercambio me da la oportunidad de hablaros de problemas que yo no he tenido. Lo primero que tenéis que pensar es que Estados Unidos es un país del tamaño de Europa, así que dependiendo del estado al que te vayas a vivir, tendrás una experiencia o otra. 

Tenéis que pensar que el cambio cultural es una realidad, te vayas a dónde te vas, te toque la familia que te toque, así que una mente abierta es algo primordial. Le dan mucha importancia a la religión, y tendréis que respetarlo, y además os va a enriquecer muchísimo. Algo que también hemos hablado es lo complicado que puede resultar hacer amigos los primeros días. Yo tuve suerte de estar en un instituto pequeño, pero algunos becados se fueron a institutos de 3000 alumnos en los que si no te mueves, hacen como si no existieses. ¿Nuestro consejo? Apuntaros a todo lo que podáis. Yo creo que estoy haciendo más cosas de las que los días me permiten, y en cuanto a hacer amigos no tuve problema, pero hubo gente con más dificultades.

Algo con lo que os podéis dar de frente al llegar es la convivencia. Tenéis que recordar que sois vosotros los que os tenéis que adaptar en la casa, aunque ellos también tengan que poner un poco de su parte, vosotros vais a ser los que tendréis que poner la mayor porción. 

El tema del idioma, mi consejo es tiempo y llevarlo con mucho humor. Yo me hubiese deprimido de no ser porque decidí reírme cada vez que no me entendían o que yo no entendía. Fueron muchas esas veces, creerme. Pero lo hace todo más divertido, tanto para ti como para ellos, así que no os agobiéis, al final de año todos acabamos hablando inglés perfectamente.

PERO TAMBIÉN HAY COSAS BUENÍSIMAS. De hecho, en mi experiencia el 98% son cosas buenas, como habéis leído cada semana. Hoy decidí preguntarle a mi host family cuál fue el momento más gracioso que recuerdan de los últimos tres meses. La verdad es que nos reímos bastante recordándolos, pero el top 3 fueron los siguientes:

1_ Mi host dad eligió el día que llegué, después de perder el vuelo Chicago-Detroit, y llevar 27 horas sin dormir, intentando hablar con ellos y, ni ellos entenderme, ni yo entenderlos a ellos.

2_ Mi host mom eligió el momento más épico el día que llegué a casa y me preguntó: ¿qué tal fue la comida con el equipo?" y yo le contesté: "bien, me comí seis brownies".  

3_ Olivia dijo que se había reído muchísimo en mi primer partido de football porque no paraba de decir que era como en las películas y para ella era lo mismo cada año.

4_ Yo no puedo elegir un momento, la verdad. Estaría entre el día que me hablaron de las banderas en la banda y pensé que era llevar la bandera del país como hacen en los juegos olímpicos, cuándo pensé que el nombre de una de las perritas de la casa era Crazy en lugar de Gracie o cuándo me fui a la clase que no era hace dos viernes a última hora y me senté en una mesa como si nada.

Creedme: las cosas buenas le ganan a las malas con mucha diferencia.

Y hablemos de esta semana.

El martes, a parte de los tres exámenes que tuve no pasó nada interesante en el instituto, pero a la salida, Deb vino a recogernos a Olivia y a mi para ir a la peluquería. Al llegar, fui la primera en subirme a la silla, y entre la peluquera y yo decidimos que no empezaría con un rojo muy fuerte, "just in case", o como diría en Galicia, por si las moscas. Me corté un poco el pelo, y el resultado me encantó, aunque más adelante creo que me voy a atrever con un rojo más fuerte.

¿Qué opinais?

El miércoles, tuvimos la reunión de Youth in Government. Es un club académico en el que haces viajes a la capital del estado, Lansing, a reunirte con otros colegios y discutir asuntos nacionales. Elisabet y yo decidimos unirnos porque nos parece algo muy interesante. Antes de la reunión tuve tiempo a sacar unas cuántas fotos, pero como hacía demasiado frío, acabé en casa de Meri jugando con ella y Madde con dos robots. Porque no sé si os lo conté, pero el otoño en Míchigan es el invierno de Galicia.

El jueves tuvimos reunión del book club para decidir el dibujo que queríamos en la camiseta y el tipo de letra. Durante mi última hora de clase, Publications, en la que yo estaba agobiada para intentar acabar un artículo que tenía que entregar al final del día, el director del instituto nos llamó a todos los estudiantes de intercambio para decirnos que al día siguiente, o sea, viernes, iríamos con los Juniors a Western Michigan University. No supe si alegrarme o entristecerme, porque aunque no os hable de lo que hago en clase para no aburriros: siempre, SIEMPRE, tengo cosas que hacer. 

Así que viernes, 15 minutos después de llegar al instituto, nos subimos en un bus camino a Kalamazoo, que es dónde está situada la universidad. Elisabet y yo nos pasamos el viaje hablando, como ya es tradición, y al llegar, he de decir que me enamoré del campus. Valió la pena casi convertirnos en cubitos de hielo para verlo, porque es súper bonito. Tal vez influya el hecho de que es otoño.

Os dejo algunas fotos que encontré en google.

Al llegar, nos fuimos a casa a disfrazarnos porque a las seis teníamos el desfile de la banda para Halloween. Y sería genia, de no ser porque estaba nevando. Si, nevando el 31 de octubre. Después de desfilar durante 20 minutos para los niños del pueblo, no sentía los dedos de las manos. Ni los de los pies. Puedo decir que fue mi último desfile con la Color Guard pero sabiendo que el tiempo va a ir a peor y nunca a mejor, casi me alegro. 

Olivia, Emily y yo.

Mikayla y yo.

Olivia, Meri y yo.

Meri y yo.

Al llegar a casa me envolví en una manta, comí pizza calentita y Olivia y yo vimos Expediente Warren. Digo vimos pero podría decir vio, porque me pasé la película tapándome los ojos.

El sábado a las ocho y cuarto estábamos delante del instituto para ir a animar a Gabby y Haley, que corrían los estatales en el MIS ( Michigan International Speedway). El sitio era inmenso, y corrían 200 chicos y 200 chicas. Haley y Gabby quedaron entre las 100 primeras, y eso que el tiempo no ayudó, pues estábamos bajo cero y con un viento que cortaba la respiración. Aún así, el resto del equipo nos pintamos letras en la barriga y cuándo ellas pasaban a nuestro lado, levantábamos la camiseta para intentar sacarles una sonrisa. Ya veis, no solo la española está loca aquí.

Squad means family.

Meri y yo.

Elisabet, Kim y yo.

Lo que veis detrás de mi cara de "me muero de frío" es parte del MIS

Elisabet, Kim y yo.

Elisabet y yo sufriendo el frío de Míchiga.

GO QHS!!

A la noche fuimos a casa de Madde a ver una peli, o a intentarlo, porque intentamos ver tres diferentes pero éramos incapaces de concentrarnos.

El domingo, después de dormir una hora más gracias al cambio de hora, fuimos a misa y después a ver la obra de teatro de Bronson, que es un high school vecino al nuestro. Me lo pasé genial, la verdad es que muchos de los actores tenían talento y algunos de ellos van al youth group así que fue genial verles con otros ojos.

Muchas gracias por seguirme la pista, y recordad que tenéis mil formas de contactar conmigo! Clickando en la pestaña ¿Quien soy? tenéis más información.