lunes, 13 de octubre de 2014

+68: tanto en tan poco.

Si alguien me dijese que mi ritmo de vida en América iba a ser incluso más ajetreado que en Galicia, pues no le creería, pero las últimas semanas demuestran lo contrario y a veces siento que no tengo tiempo ni a respirar.
Y como me gusta.
Bueno, no me canso de recordaros a los que os interese vivir esta experiencia que el plazo de inscripción ya está abierto. Y que cualquier duda, tenéis mi correo en la pestaña Sobre Mi, acceso a mis redes sociales en el lateral izquierdo, y que he decidido abrir una cuenta de ask para responder a aquellos que prefiráis permanecer en el anonimato. Eso quiere decir que cualquier comentario de carácter personal en esa cuenta de ask no solo no lo responderé, si no que lo eliminaré. 
¡Pero hablemos de la semana de hoy! No creo que merezca demasiado pararme día por día a hablaros de la rutina en el instituto, pero si han pasado algunas cosas estos últimos siete días. 

El lunes tuvimos la primera reunión oficial del Book Club, pero no pudimos decidir el nombre ni el logo pues mucha gente tenía otras reuniones durante seminar, así que la aplazamos para el lunes siguiente. Además, después del entrenamiento de cross country, fue el Coldwater Invitational con la banda. Empezando porque me olvidé los zapatos negros para actuar y terminando por que me adelanté en uno de los movimientos de Thriller, puedo asegurar que no fue mi mejor actuación, pero había sido, sin duda, la mejor de toda la banda. La gente se volví loca cuando nos pusimos a bailar en Thriller y creo que gustó en general. 
Las otras bandas eran Bronson, Coldwater y Sturgis. 






Una pianista en una marimba.
El martes, en clase de Government vino el representante del districto 7 de Míchigan, o sea, un político. Se llama Tim Walberg, y he de decir que en el 90% de las cosas, no estuve de acuerdo con él, pero bueno, he de admitir que tiene todo lo que un político ha de tener: paciencia y saber hablar. Por lo demás, fue un día normal, recibiendo notas de exámenes, acabando la redacción sobre Frankenstein (si, seguimos con Frankenstein) y estresándome en Publications. Pero este martes era especial porque ¡corríamos en casa! Era la Quincy Jam, y teníamos que darlo todo, y para nuestra sorpresa, antes de empezar la carrera, el entrenador nos entregó las sudaderas! Ya os podéis imaginar la ilusión que me hizo, con mi apellido en la espalda y todo. Lo gracioso de la historia fue que al final del día, alguien se la llevó a casa por equivocación y mi emoción se fue de golpe. Fue una buena carrera, y las Quincy pasó a Concord, que era nuestro objetivo, así que no podíamos estar más contentas.





El miércoles fue Picture Day, así que todo el instituto (o la mayoría) se presentó en clase con mejor cara de la habitual, yo también me incluyo. No tengo muchas esperanzas de que las fotos saliesen bien, pues mi cara de cansancio acumulado no hay maquillaje que la oculte, pero esperemos que el photoshop funcione bien, aún así, fue un día genial para sacar selfies. 


Por la tarde tuvimos entrenamiento de cross, que diréis, ya nos lo sabemos de memoria, pero bueno, nunca está de más recordaros que desde que estoy aquí entreno dos horas cada día y sigo viva, eso es para demostraros que estoy hecha de otra pasta. 
Después del entrenamiento, como cada semana, teníamos Youth Group, y he de decir que pese a no compartir su forma de ver las cosas, siempre es enriquecedor para mi como persona.

Katie, Gabi, yo, Meri y Elisabet

Elisabet y yo

Elisabet y yo

Why so serious?
El jueves se me hizo eterno, pues desde segunda hora todo mi cuerpo empezó a pedirme una tregua, y durante la hora de banda, mis host parents me recomendaron irme a casa a descansar. Me pasé la tarde durmiendo y no comí nada hasta la noche, pues el estómago parecía querer matarme. Y supongo que me lo merecía, pues no había probado el pescado desde que he pisado tierras americanas, así que esa noche, Dave y yo preparamos pescado a la plancha y ensalada, sin duda, la cena mas saludable que he tomado en dos meses.

El viernes, pese a no sentirme bien todavía, no podía faltar a clase, pues en Publications teníamos una entrevista a los responsables de un nuevo servicio de salud que se ofrece en el instituto. No creo que haga falta decir que todavía veo bastante complicado lo de escribir el artículo para el periódico, porque lo de escribir en inglés a la velocidad que hablaban los señores y señoras que entrevistábamos, todavía no está a mi nivel, pero bueno, ya veré como me las arreglo.
Ese día Olivia empezó a sentirse muy mal y fue ella la que se tuvo que ir a casa, y yo decidí no ir al entrenamiento de cross en parte porque todavía no estaba recuperada, y en parte porque esa noche teníamos performance con la banda en el partido de football. Lo que hizo especial esta audición es que durante pre-game, los niños de la banda de middle school tocaron con nosotros, así que la banda pasó de tener sobre setenta miembros a tener casi 120. Además, he de decir que me lo pasé de maravilla tanto durante el partido como actuando en half time, y sin duda, fue la mejor actuación hasta el momento.
Quincy ganó, y todos felices como perdices.




Meri, yo y Emily

Yo, Emily y Andrew

Echando de menos a Olivia, que estaba enferma en casa.



El sábado volvió el sufrimiento. no sólo porque me tuve que levantar a las seis de la mañana para ir a correr, tampoco porque las temperaturas bajasen de 0ºC (algo a lo que ya estoy acostumbrada, y razón por la que llevo al menos tres prendas de ropa cada día. No, no he engordado tanto todavía, siento decepcionaros), la razón fue que, durante mi carrera de cross en Sturgis, mis piernas decidieron hacerme llorar del dolor, literalmente. Y literalmente también, cinco personas vinieron a buscarme a la meta para llevarme en volandas hasta la tienda del equipo donde estaba el fisio. Ya veis, los que me conocéis, que ni al otro lado sé ser discreta, pero va conmigo, y no hay nada que pueda hacer. Pese a que las piernas me dolían mucho, más me dolía el hecho de que casi tenía terminada la temporada de cross para mi, pues hice un tiempo pésimo, y eso duele. Pero ahora, un día después y con las piernas todavía doliendo, creo que es hora de admitir que no soy una chica de distancias largas, y que no ha sido una tan mala temporada, así que me toca disfrutar de las dos carreras que me quedan, y como me dijo mis host dad, no es cuestión de ser perfecta, si no de dar lo mejor de mi, y es algo que tengo claro que haré.
Aún así, conseguí quedar entre las 25 primeras y el equipo varsity fuimos primeras por equipos. Puedo decir que fue una carrera agridulce.

25 primeras corredoras varsity

Equipo varsity

Quincy cross country team.
Meri, yo y Gabby.

El equipo (casi) completo.

Parte del recorrido en la carrera.

Parte del equipo durante la previa.
Esa misma tarde, después de cenar (como creo que ya os he contado, aquí ceno a las 5:30-6 de la tarde) Meri, Madde, Gabby, Olivia y yo fuimos al cine a ver The Maze Runner. La película estuvo genial, y puesto que tengo que leer el libro para el Book Club, ahora ya me hago una idea de lo que me espera en las próximas semanas.

Maddie, Olivia, Meri, Gabby y yo.


Olivia, yo, Gabby, Meri y Madde.

Y creo que no hay mejor momento para decir que por fin creo haber encontrado mi sitio aquí, que ya puedo decir que tengo amigas y no solo gente simpática a mi alrededor, y que creo que es ahora cuándo de verdad empieza lo bueno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡ Gracias por comentar y leer !